El ejercicio físico se relaciona con hábitos de vida saludables pero en muchas ocasiones se opta por realizarlo con fines meramente estéticos. Por otro lado, a pesar de que el músculo esquelético es el ógano más grande del cuerpo humano, se ha considerado, durante años, que sus funciones solo estaban relacionadas con el movimiento y el aparato locomotor. Por el contrario, numerosas investigaciones publicadas en los últimos años han demostrado que las contracciones musculares repetitivas que se producen mientras realizamos ejercicio físico liberan numerosas sustancias, denominadas miocinas (un tipo de citoquinas), que forman una red de comunicación con otros tejidos del organismo produciendo numerosos beneficios para la salud (Hoffmann, 2017).
Se ha demostrado que el ejercicio físico actúa como antiinflamatorio en patologías donde se mantiene un proceso inflamotorio crónico. Se descata el papel de éste en enfermedades autoinmunes, enfermedades metabólicas, enfermedades cardivasculares, procesos de dolor crónico, cáncer y enfermedades neurodegenerativas entre otras (Giudice, 2017). Algunas de las miocinas que están detrás de estos efectos son, entre otras: IL-6, apelina, proteína 1, folistatina, miostatina, musclina… (Araya, 2017)
EL MÚCULO COMO ÓRGANO ENDOCRINO, LA CLAVE DE SU PAPEL ANTIINFLAMATORIO
Guidance, 2017
Es dificil de simplificar el por qué del efecto antiinflamatorio del ejercicio físico ya que hay detrás un gran número de procesos fisiológicos. Pero, podemos destacar que este hecho se lleva a cabo debido a que las miocinas liberadas por la contracción muscular repetida producen (Collao, 2019):
• Una disminución del tejido adiposo que favorece a que los macrófagos limiten la producción de citoquinas proinflamatorias.
• Diminución de la liberación de citoquinas inflamatorias moduladas en gran medida por el aumento de IL-6.
• Mejora de la expresión y actividad de las células del sistema inmune.

¿Cualquier tipo de ejercicio provoca estos efectos?
Aún falta investigación concluyente sobre unos parámetros exactos, pero si se evidencia que la intensidad, el modo y la duración del ejercicio son componentes fundamentales en la respuesta inflamatoria inducida por el ejercicio físico (Allen, 2015). Además tiene que tiene que ser realizado de manera regular. Hay estudios que referencian que para encontrar una disminución de los biomarcadores inflamatorios, el ejercicio tiene que ser intenso y realizarse al menos durante 3 meses (Hoffmann, 2017).
ES FUNDAMENTAL UNA BUENA PROGRAMACIÓN, EL EJERCICIO TIENE QUE SER DE CIERTA INTENSIDAD Y REALIZADO DE MANERA REGULAR
Hoffmann, 2017
Los procesos fisiológicos que hay detrás de estas respuestas son numerosos y difíciles de simplificar pero podriamos resumir que el ejercicio físico es nuestra herramienta más accesible y con efectos potentes y muy beneficiosos en la mejora y prevención de muchas enfermedades que tienen gran prevalencia en la población. Hay que ser constantes para conseguir y mantener los efectos producidos. Además es relevante tener en cuenta la intesidad, por lo que la clásica recomendación de caminar, parece ser insuficiente. Además tiene que tiene que ser realizado de manera regular. Hay estudios que referencian que para encontrar una disminución de los biomarcadores inflamatorios, el ejercicio tiene que ser intenso y realizarse al menos durante 3 meses (Hoffmann, 2017).
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